Si bien se viene desarrollando una progresiva emancipación femenina a lo largo de los últimos tiempos, se sigue normalizando, y sorprendentemente también en gente muy joven, el hecho de que las parejas ejerzan un control sobre aspectos como la privacidad o el modo de vestirse.
A día de hoy, muchos jóvenes siguen escuchando y defendiendo férreamente frases como “los celos son una expresión del amor”. Este, entre otros, es un ejemplo de una situación que queremos visualizar para poner de manifiesto las consecuencias negativas que puede acarrear este tipo de comportamientos. Asimismo, no nos olvidamos de la violencia vicaria y del daño que acarrean frases como “como vuelva a repetirse no vuelves a ver a los niños”.